¿GRIETAS O FISURAS?
Lo primero es saber diferenciar entre grietas y fisuras ya que muchas veces utilizamos los términos incorrectos, lo que puede generar un estado de alerta innecesario, ya que en muchos casos estas lesiones no son tan preocupantes como creemos.
Fisuras
Las fisuras son aberturas que aparecen superficialmente en los elementos constructivos y que no suponen peligrosidad. Las más habituales a nivel de usuario son los ejemplos: fisuras techo, fisuras paredes o fisuras muro, las cuales simplemente son pequeñas aberturas en la capa de yeso del enlucido, producido seguramente por el grado de humedad y secado de este. Esta lesión no supone un riesgo para el paramento ni para nuestras viviendas. Son simplemente un aspecto negativo de decoro.
Grietas
Por otro lado, las grietas son las aberturas que surgen de forma incontrolada en los paramentos y que afectan a toda la sección. Estas pueden llegar a ser peligrosas y objeto de estudio, si bien es cierto, algunas grietas pueden llegar a ser controladas y comunes. Como ejemplo, las grietas edificio, que se producen por el asentamiento de este en el terreno, hasta cierto punto son normales pero si pasan de cierta dimensión, profundidad o dependiendo del grado de inclinación de la grieta pueden llegar a ser peligrosas y objeto de la necesidad de reparación de grietas.
CAUSAS PRINCIPALES DE SU APARICIÓN
Como ya hemos dicho, las causas que provocan la aparición de grietas y fisuras son diversas y muchas veces es difícil determinar el origen, pero las más comunes son:
Movimientos de la estructura
Como su propio nombre indica, son las grietas y fisuras que se producen en su origen por movimientos en los elementos estructurales. Se encuentran principalmente en la parte de la cimentación, que es lo que denominamos asentamiento del edificio, es decir, el terreno que recibe todo el peso del edificio. Esto es lo que produce que este se mueva, compacte etc. y en consecuencia el edificio también se mueve. El problema es que, por ejemplo, se mueva solo en un lado lo cual producirá grietas y fisuras tanto en los elementos estructurales como en muros y cerramientos.
Se estima que un edificio tarda en asentarse alrededor de 10 años y que durante ese periodo lo “normal” es que aparezcan pequeñas fisuras o grietas en las paredes que de forma controlada no son perjudiciales para la integridad o habitabilidad del edificio. Pero lo cierto es que aunque el edificio ya esté asentado se pueden producir cambios en el propio terreno como inundaciones, seísmos, descomposición orgánica o incluso una excavación para otra obra a metros de distancia, etc. que podrían producir grietas en paramento, grietas en muros y lesiones de la misma categoría.
De carácter más interno son las grietas y fisuras que se forman a consecuencia de otros movimientos estructurales en vigas, pilares o forjados. Cuando un elemento horizontal tipo viga o forjado entra en carga siempre se producirá una mayor o menor flecha, así que todos los elementos enlazados con ellos como muros o tabiques también se deformaran adaptándose al elemento que los sostiene y pudiendo generarse grietas y fisuras.
Esfuerzos higrotérmicos
Son bastante comunes las grietas y fisuras producidas por esfuerzos higrotérmicos. Estas tienen su origen en las dilataciones y contracciones de los materiales de construcción a consecuencia de los cambios de temperatura ambiental y a la expansión por humedad.
Los edificios al estar a la intemperie están expuestos a sufrir todos los cambios climáticos estacionales, viento, sol y lluvias. En verano, con la acción directa del sol sobre el paramento, generará dilataciones y contracciones por calor. Al igual que en invierno, las dilataciones y contracciones serán por las bajas temperaturas. Estos esfuerzos a los que los materiales de construcción son sometidos, generan como reacción en cadena las grietas y fisuras en muros, grietas y fisuras en paramentos y grietas y fisuras en estructuras.
Lo cierto es que con el fin de mantener el interior seco, las fachadas y cerramientos actúan como paraguas. El problema es que muchos de los materiales de construcción son porosos y absorben bastante cantidad de agua tanto de forma directa como por los puntos “débiles” como juntas, cambios de materiales, esquinas, etc. La consecuencia es un hinchamiento de los materiales y su posterior secado y contracción, lo que se traduce en lesiones de fisuras que con el paso del tiempo pueden derivar en grietas.
Errores proyectuales
Un buen proyecto a la hora de su redacción y diseño es esencial para evitar (o más bien prevenir) toda clase de futuras lesiones y contratiempos tanto en la ejecución como una vez el edificio ya construido. Las Grietas y fisuras puede ser el resultado de un diseño constructivo deficiente.
Uniones constructivas mal resueltas pueden ser el desencadenante de grietas y fisuras, no prever como actuará la estructura en los puntos de unión entre vigas y pilares o vigas y forjados provocará grietas paramentos. Un buen proyectista sabe que las grietas y fisuras por movimientos de dilatación se pueden solventar con juntas de dilatación o movimiento con materiales elásticos. De carácter calculista es evitar grietas y fisuras sabiendo de ante mano la flecha que se generará en vigas y forjados por el peso propio y por peso añadido sobre ellos.
Defectos de los materiales
Como en casi todos los aspectos de manufacturación, la calidad del producto primario se notará en el resultado del proceso. En la construcción es exactamente igual; la calidad en los materiales nos proporcionara unos mejores acabados y mejor reacción al paso del tiempo. Unos productos de calidad evitarán grietas y fisuras en los elementos de nuestros edificios y unos mejores productos reaccionarán mejor a los factores exteriores reduciendo las antiestéticas fisuras en el interior de nuestras viviendas.
Así morteros, yesos y otros materiales de acabados de mala calidad tendrán un peor secado y menos capacidad elástica y como resultado una eminente fisura en las paredes y esquinas de nuestros inmuebles. Al igual que ladrillos y morteros con poca resistencia mecánica producirán grietas y fisuras seguras en estructura y fachadas.
En la calidad del producto también está la capacidad de absorción y porosidad de morteros, hormigones, etc. Esto será clave para un mejor secado en el momento de la ejecución, donde aparecerán más o menos fisuras y grietas por la contracción del secado. Además, a consecuencia de lluvias e inundaciones, una mejor calidad será más impermeable y evitará que la humedad llegue más adentro o se expanda por el resto del elemento. En resumen: mejor calidad, menos grietas y fisuras.
Errores de ejecución
Aunque en la fase de proyección y diseño se hayan resuelto de forma notable posibles grietas y fisuras, si a la hora de su ejecución se hace un trabajo defectuoso estas lesiones aparecerán llenando de grietas y fisuras muros, fachadas tabiquerías y paramentos.
Los errores y fallos en la ejecución pueden tener orígenes diversos siendo los más comunes una defectuosa unión entre ladrillos o no mojarlos antes de colocarlos.
También provocaran grietas y fisuras la mala ejecución de puntos débiles como esquinas que no formen ángulos de 90º cuando así estaban proyectadas. La correcta ejecución de las estructuras de hormigón armado evitarán problemas posteriores de falta de resistencia que se traduce en grietas y fisuras. Como hemos dicho en el apartado anterior, además de la calidad del producto, sino se hace un buen seguimiento en el secado y humedecimiento del hormigón las lesiones serán inminentes.
Un punto clave para la absorción de movimientos del edificio, que como ya sabemos se traduce en grietas y fisuras, es la óptima ejecución de las juntas de dilatación. Además de tratarse de un buen material plástico, nos ayudará a evitar en gran proporción estas lesiones.